FEDELLA


FEDELLA 


¡¡Qué bonita está mi galería, qué alegre!. Las plantas qué bien se conservan , las flores de la orquídea ya se marchitaron, una pena, eran preciosas con un colorido violeta que sorprendía, esperemos que pronto aparezcan otras, las echo de menos. 

Me dijeron que era bueno escribir todos los días, y para mí ya casi es un vicio, también  leer, y hacer solitarios o puzzles,  y como soy muy obediente, les hago caso. Leo de noche en la cama, antes hago unos pocos solitarios, que los domino. Pero no cambio ese momento después de desayunar de sentarme en la galería con mi cuaderno, bajando una persiana para que el sol no me deslumbre y empezar el día escribiendo. No se puede pedir mas .

Así que me he convertido en una escritora de andar por casa. A la vejez, viruelas. Solo siento no haber empezado antes. Aunque cuando despues leo lo que escribo, a veces tengo ganas de borrarlo,  pero lo suelo dejar.   Reconozco que siempre fuí así,  un poco atrevida, y sin pelos en la lengua, quizá por eso de pequeña me llamaban ”fedella”,  supongo que la traducción del gallego era rebelde o atrevida, aunque lo mismo era un insulto, vete tu a saber, pero yo tan contenta.  Ahora, eso sí, lo que cuento, siempre sin cotilleos y sin molestar a nadie.  Así que estoy dispuesta a escribir todo lo que se me pase por la cabeza, bueno todo no, algo quedará guardadito y algún día, ¿quién sabe???.


No hace mucho escribí un librito contando mis andanzas. Se lo enseñé a los más cercanos , incluso me atreví a dedicárselo a unos cuantos, se acabaron, y veo con asombro que lo siguen pidiendo, ¡eso es que me quieren mucho !   


En él cuento, muy resumida,  algo de mi larga vida. Al final terminé escribiendo sobre lo que le pasó a mi hijo con Síndrome de Down. Lo expliqué tal cual,  y puede que se me fuera un poco la mano recalcando la incompetencia del médico que lo atendió, lo siento, pero tenía que hacerlo, ya que, aunque pasó hace bastante tiempo, me quedaba aún una pequeña herida, y contándolo, o en mi caso escribiéndolo, me siento mejor.

Tengo tantos recuerdos de cuando era pequeño con sus hermanos, pero los tengo borrosos , entonces todavía no había móviles para hacer videos, una pena. Lo que daría por volver atrás, verlo de niño, tan salado, solo tengo algunas fotos, pero no es lo mismo. 

Mis hijos tienen la suerte de tener, a sus hijos grabados en video. ¡Lo que se alegrarán el día de mañana!.  Hoy en Facebook veía a una sobrina jugando con su niña cuando era pequeña , una monada. Veo también los videos de mis nietos que me encantan, son recuerdos imborrables, los ves realmente como eran, jugando, comiendo, en la playa, corriendo con los perros, disfrutando con sus padres. Yo tengo también un video del que no me desprendo por nada. Empalmaron las imágenes de varias fiestas de cumpleaños de mis nietos en la casa que teníamos en padriñan. Eran tan alegres!, veo a mis hermanas, que ya no están aquí, pasándolo tan bien!, riéndose tanto, tan contentas viendo  a los niños bailando y saltado con los payasos, a sobrinos y amigos con sus pequeños que ahora ya son mayores.  Es tan bonito ese video, lo pasábamos tan bien y me trae tantos recuerdos que lo guardo como un tesoro.

Pero bueno, yo también tuve una infancia y una juventud bonita y divertida. Cuando iba al colegio, que fui muchos años (o se me hizo muy largo), presumía de que tenia novio. Pero no os lo perdáis, nuestro noviazgo consistía en decirle adiós de lejos con la mano al pasar delante de su casa desde el autobús que me llevaba al colegio. Era un amigo de mi hermano, y decía que yo le gustaba porque me parecía a una actriz americana. Ya de mayores, me confesaba la desilusión que se llevaba el día que pasaba sin saludarle, mientras él se moría de frío en el balcón. Muy amigo de la familia y, como digo, de mi hermano durante toda la vida, era la persona que mejor contaba los chistes que he conocido. Cuanto nos hizo reír.

Fuera ya del colegio, me divertía salir con mis amigas e ir al cine a ver películas americanas. Me encantaban los actores americanos pero no pongo sus nombres porque no sé como se escriben y no quiero que se ría algún sobrino que anda por ahí y que siempre me pedía que le dijera como se llamaba el protagonista de "Casa Blanca", para troncharse de risa con mi pronunciación.

Ahora voy poco al cine, pero sigo dando paseos por la calle de la Oliva que estaba tan de moda en mi época, me emociona pasar por delante de la peregrina y entrar a saludarla, . También recuerdo como se ponía el "Carabela" y el parque del casino en verano, en invierno, el otro casino con los carnavales. Siempre teníamos planes. Nos encantaba cuando venían los guardiamarinas. Los veíamos llegar en grupo, era un espectáculo, qué guapos y elegantes! . Así iba mi marido, aunque a él no lo conocí de guardiamarina, sino mas tarde ya de oficial con el uniforme de diario, que por cierto los blancos no sabéis la lata que daban, aunque él iba siempre impecable.

Volviendo a aquella época, en verano, se iban los guardamarinas , pero entonces llegaban los ingenieros de montes a Lourizan para hacer un curso, eran de todas las provincias de España. Yo me hice muy amiga de un andaluz, de Granada, que tenia un cortijo. Seguimos la amistad por carta, y quedamos en vernos en una de mis visitas a Madrid. A los dos nos hacia ilusión. Me dijo que me presentaría a su hermana que también vivía en Madrid, ella también quería conocerme y había sacado entradas para ir los tres esa tarde al teatro, me recogería en casa de mis hermanos y nos veríamos allí los tres. Mi amigo desde su cortijo a la estación iba en moto. Y esa misma tarde me llama su hermana diciéndome que había tenido un accidente y que tenia varias roturas , y que estaba en el hospital. Nos escribimos alguna carta mas para ver que tal evolucionaba del accidente, y allí quedó la cosa.

Los veranos me gustaban mucho mas que los inviernos, antes los inviernos eran distintos, llovía todos los días , los zapatos siempre mojados, los pies helados. Llegabas a casa y tenias que meter los pies debajo de la camilla para calentarlos con el brasero. Y para las que teníamos el pelo rizado, la humedad hacía que se te rizase todavía mas y entonces no se llevaba rizado. En la peluquería me lo alisaban con cerveza, supongo que después la gente pensaría que había bebido, no se. Yo me ponía mi pañuelo de seda bien agarrado para salir e intentar llegar peinada a los sitios, como la reina de Inglaterra cuando va de cacería, pero un poco mas mona.

Así que yo estaba deseando que llegara el verano, aunque también recuerdo que el tiempo no era tan bueno como el de ahora. La mayoría de las fiestas se chafaban por el tiempo. Me encantaba la playa . Casi siempre íbamos a una pequeñita que estaba cerca de la escuela naval. Otras veces íbamos en pandilla a pasar el día a otras mas grandes y regresábamos quemadas de tanto sol. Antes no nos cuidábamos tanto la piel. Ahora las chicas no quieren tanto sol, usan cremas con mucha protección y bikinis cada vez más escasos.

Cómo ha cambiado la cosa y cómo nos gustaba ponernos como camarones para llegar corriendo a casa, cambiarnos y salir a ver a las amigas en el "Carabela" . Nos encontrábamos guapísimas tan morenas y para eso aguantábamos el sol achicharrante y lo que hiciera falta . Era la edad del pavo.

También íbamos a los bailes en la Escuela Naval, que eran estupendos. Lo malo era cuando te sacaba a bailar un pesado y ya no había tiempo de cambiarlo porque en la Escuela los bailes duraban poco, no como los del parque del casino que duraban hasta la madrugada.

Allí, en el parque del Casino, fue donde a los 18 años me puse de largo, el día de la peregrina. Una noche estupenda. Cenamos en familia con mi padre, y mis hermanos. Después se incorporaron los que faltaban. Una de mis hermanas , ya casada, también celebraba su puesta de largo, aunque era mayor, pero era la primera vez que se vestía con un traje así. Mientras cenábamos revoloteaban los marinos alrededor de la mesa para sacarme a bailar, pero el primer baile lo hice con mi hermano mayor. En qué hora! me dio la noche, bueno no fue para tanto, mejor dicho me dio el baile. Él era muy alto y me veía el escote desde allá arriba y le parecía una indecencia ( comparado con los de ahora era un habito de monja ) .Todo era un escándalo, yo me enfadé con él y me volví a la mesa refunfuñando.

Los demás me decían que estaba muy guapa y me favorecía el traje, así que yo feliz. Estaba dispuesta pasarlo bien esa noche, lo que no me esperaba es que mis bailes iban a ser con el chicho mas guapo de Galicia , que digo de Galicia, de España entera. Mis hermanos iban guapísimos , pero lo de este chico era impresionante. Eramos el espectáculo de la noche, y eso le gusta a cualquiera, aunque os confieso que yo echaba de menos a mis preferidos, menos guapos pero mucho mas divertidos. Al menos con las fotos que nos hicieron tendría para presumir con mis amigas, sino fuera porque cuando llegaron a casa esas fotos, las rompieron porque decían que salía muy agarrada del brazo de mi acompañante, Aquellos tiempos.





  

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